*:Alter - Focus:*Columna Sin reticencias
Publicada en El Periódico El Corregidor
Julio 25, 2009Por Ana Soria
Mi respuesta es no,
y escucho al fondo de los ciudadanos que creen en el cambio,
un suspiro por la libertad de optar.
El favor del público es lo que se buscan la clase política y los medios de comunicación, en el estira y afloja del diario. Entre lo que implica el quehacer ético de ser periodista y la irresistible e inevitable necesidad de tener una opinión al respecto, me ha dicho un dirigente municipal del partido “X” que “ambos nos necesitamos”.
Ciertamente, los periodistas necesitamos informar y los políticos a parte de “hacer su chamba” como legislar, y dirigir a un Estado, deben dar a conocer su quehacer a través de los medios de comunicación. Ambos requieren de receptores.
Los votos, son para la élite política, y para los medios, el posicionamiento en la tabla de preferencias de competencia, sin evaluar si se está diciendo o no la verdad, este es un planteamiento a priori, nada más.
Ser o no el cuarto poder, es otro de los dilemas que discutía con un colega la semana pasada. Hay autores que hablan de la necesidad de que los medios sean el “contrapoder”, sin embargo, hay quienes afirman que nunca debimos considerarnos en esa plataforma, porque es la que ha llevado a callar a “los sin voz”.
Lo cierto, es que existe una tendencia generalizada entre ambos entes en querer dirigir la opinión pública, en el análisis quedará el “cómo lo están haciendo” o si “lo están sabiendo dirigir”.
No obstante, atiendo un planteamiento helado de Max Weber, quien baja a la tierra a los medios de comunicación, cuando dice que “la actividad pública permanente, incluyendo al periodismo, está reservada normalmente a una minoría de rentistas”, se habla de que es sólo un diez por ciento de la población de un país.
Es aquí donde queda en tela de observación, si es verdad que a través de los medios se puede imponer un candidato de elección popular, sin subestimar la capacidad de análisis de las personas que están interesadas en el ejercicio de la política, aquí no caben las generalizaciones.
Una teoría que se desarrolló en Estados Unidos para medir la influencia de los medios en las personas, concluye en que es improbable que se logre manipular exitosamente al electorado, por diversos factores, así que pongan atención por favor.
De acuerdo al análisis que se hizo, el electorado toma en cuenta si va a votar o no por un partido oficial, las decisiones del sufragio son distintas a las incitaciones mediáticas, porque observan su entorno.
Es decir, en base a su experiencia con el gobierno en turno, evalúan si es cierto que existe más bienestar social a partir de ellos y de lo que observan en sus cercanos.
Esta teoría que goza de un respaldo científico, especifica que las personas votan regresando la cinta de la historia, para identificar como funcionó la economía, la seguridad, el desarrollo social, y deciden independientemente de los colores de los partidos, así que ¡aguas!, el electorado está cambiando.
O como dicen muchos políticos en el discurso, “el electorado está despertando”. Así que no será tan sencillo, lo mejor es que se pongan a trabajar.
Nos leemos en la siguiente.
Comentarios: anna_sori@hotmail.com