diciembre 04, 2009

Entre el recuerdo de unas letras…

*:Alter - Focus:*


Miraba el horizonte entre las pausas de su lectura, cuando el ruido citadino, a pesar de su encierro, se escuchaba insistente en la distancia. Al salir de entre las páginas y la voz del narrador, muchos capítulos le recordaban esa realidad de ficción, por lo increíble que parecían los episodios a su paso.

No aborrece las letras resguardadas en esas pastas gruesas y delgadas que ahora adornan su librero añejo, a la espera de ser recordadas o al fin leídas. No es el tiempo el que le impide volver a adentrarse a esos mundos fantásticos con los que se siente viva.

Son los recuerdos entre sus anhelos, entre esos buenos momentos cuando su hambruna era devorar libros completos. Ahora, con la ansiedad de degustarlos, pero aún inmortales le traen a la escena malos momentos.

Aquellos en los que decidió olvidar todo, pues era la única manera de continuar con latidos perecederos, con las malditas ganas de desaparecer en un chasquido de dedos, pero nada de eso pasó, aunque ha trascendido a la oscuridad que le produjo la ausencia de sus ojos por aquellos relatos en los que hasta volar pudo.

Lo cierto es que le cuestionan los mejores momentos de los autores inmortalizados entre la pila de hojas, sin embargo, lo ha olvidado, aunque no sea entendible e incluso creíble que anterior a varios soles y lunas de insomnio, fragmentos enteros repetía en su largo caminar entre la urbe.

Ensimismada, observando, a veces sin ver, pues el olor y la sintonía de la ciudad, hablaban por sí solas. No a voces, sino por las actitudes de quienes pasaban enfrente, a un lado, por doquier.

Extrañar mis libros, sucede más a menudo que antes. Y aunque a veces tal verbo es sinónimo de melancolía, en esta ocasión, parece nuevamente la medicina perfecta para sanar, aunque anteponer la vuelta por las memorias, es parte de su reto.


De alguna manera con Joan Manuel Serrat y Luis Eduardo Aute, me han recordado los días en que mi má se iba a sus retiros espirituales y yo tenía que jugar a ser mayor, mientras mi hermano la escuchaba, me preparaba para salir a la escuela… ¿Cuánto de eso?... “Y nada más”…


diciembre 01, 2009

Muriendo…

*:Alter - Focus:*


Volvió el insomnio, el hueco en las entrañas, los ojos húmedos en espera del sol de la mañana, del frío que es el único capaz de hacerle sentir en vida, de esas ganas de irse sin volver su mirada hacia ese espacio de confort que comienza a cuestionarle.

¿Qué hacer? Todo comienza a dolerse, a desmoronarse en bloques enormes, a pesar de su resistencia adquirida en la experiencia. Algo está por irse, lo presiente. Y a pesar de entenderlo, de soltarlo, no puede dejar de pensar en ese capitulo ya vivido, en el que siente que tiene todo, y al final es nada.

Tú, vives anhelando a que ese ser especial se instale nuevamente en el corazón, pero no me ves a mí, sino a alguien más. Otro me observa, pero yo te espero a ti.


Y tal como dice Coldplay en Speed of Sound, quisiera que entendieras desde dónde comenzamos, pero creo que no te has dado cuenta. Sé la historia, de cada capítulo, a cada pluma, a cada letra.