junio 28, 2005

La mutación del muégano...

*:Alter - Focus:*

Recuerdo las apuestas que hacíamos mi grupo de amigos "el muégano" y yo, a 6 meses de concluir con nuestra carrera universitaria... Mi amigo Mario le decía a Aglita que se embarazaría antes de salir y tendríamos que ir todos a la boda hasta "Rasposel" (San José) y así ibamos ubicando en una escala quienes se casarían primero que otros... por supuesto no figuraba en los primeros lugares por mi forma de pensar respecto a ese estado civil de una persona.

La verdad es que todas esos pronósticos avalados por la baraja de Aldo una de las tantas noches que nos íbamos a platicar a la casa de Mario, hoy son diferentes.

Aglita no se ha casado, pero sigue saliendo con el mismo Fuji de hace como 6 años... Mario va a ser papá y hace poco que Kiki tocó el timbre de casa mientras me bañaba y me dejó en puerta la invitación para su boda con Clau, la niña que conoció en la facultad y quien lo invitó a salir en su primera cita porque él, no se animaba.

Debo anticipar que Kiki es como mi hermanito menor que nunca tuve porque yo soy la más peque de mi familia... y me dió mucho gusto que ya esté en ese paso y al mismo tiempo sentí un nudote en la garganta, porque mientras el ya dió un pasote en el aspecto sentimental, me veo y sigo instalada en el mismo estado... tengo miedo enamorarme.

Pero ese no es el punto que quiero abordar en este post... el caso es que las "profecías del muégano" comenzaron a sutir efecto a partir de que dejamos nuestra "Alma Mater", asegurabamos que seguiríamos frecuentándonos a pesar de nuestras labores, pero sabíamos que eso no sería así, porque trabajar para medios, no es nada más, "¡Hay, ya terminé mi nota y ya me voy!, es una profesión que te convierte en "una persona obligadamente disponible"... nos hemos seguido viendo, pero por periodos más espaciados y eso, para mí ha sido doloroso.

Doloroso porque es el grupo de amigos con el que fui a darle la vuelta al mundo en sentido figurado, eramos tan diferentes y al mismo tiempo teníamos tantas coincidencias, en cuanto al gusto por el cine, arte, lectura, etcétera, pero las opiniones resultaban todo un debate al haber tantas formas de pensar... me acostumbre a ir con ellos al cine, al café en vips cuando sólo teníamos 10 pesos para pagar cada uno y por esos pesitos, nos servían las tazas que queríamos y salíamos del lugar hasta que nos corrían por hacer escándalo; los viajes a Acapulco, Puebla y Concá, no hubieran sido lo mismo sin esa bola.

Todos esos momentos vinieron a mi cabeza, es tan padre verlos ahora, cuando nos encontramos en medio de la "trinchera", que cuando los abrazo siento que los deshago, pero me doy cuenta de que ya no somos los mismos.

Le prometí a mi amiguito que iría "muy linda" a su boda, así que ahora el chistesito será salir a la peregrinación en la búsqueda de un vestido adecuado, pero ante todo cómodo para esas ocasiones, por mí me llevaba mis jeans de mezclilla y mis tenis favoritos, pero entiendo que es una ocasión especial y en ese sentido lo viviré.

Después de dejar la invitación en casa, me llamó apenado porque solo me había dejado un boleto para la fiesta, pero me dijo "si necesitas otro, luego te lo mando"... yo creo que mi amigo previo que yo no tenía a alguien a quien invitar, así que le dije, "no te preocupes, no hay pareja por el momento".

Hoy me llamó mi amiga Leslie, parte del muégano para ponernos de acuerdo para ir por los vestidos, junto con la otra mico, somos el trio de "las ñoñas", así nos decían nuestos compañeritos... y haciendo un recuento de los escenarios de estudiantes universitarias a esta etapa, la tendencia emocional se quedó para las tres en pausa en la banca de los "picapiedra", cuando platicabamos acerca de que no sería fácil encontrar una pareja y decíamos "¡sí, pues wow!, sin el más mínimo interés de encontrarlo... pero hoy, he de admitirlo, las tres coincidimos en que nos hacen falta unos chicos decentes que nos quieran y a quien querer, pero al no haber en este capítulo de nuestra existencia, iremos juntas por el vestido, al salón para el detalle de peinado y maquillaje, a la fiesta donde estaremos sentadas en la misma mesa mofándonos de todos y así regresaremos a casa, haciéndonos y no mil preguntas que no diremos, ni responderemos, al menos no, en ese momento.



Mi muégano muta
hay anclas que hay que despegar
del otro lado del cuarto de los recuerdos
hay que avanzar al presente
a pesar de no tener
todo, porque al mismo tiempo
hay cosas que se temen vivir
y que aparte, no terminan por llegar...
Dedicado al Muégano:
Aglita, Moni, Leli, Aldo,
Kiki, Rode, Leopardo, Benja,
Mario, Rañel, Arturo, Gabo y yo"

¿Dónde?

*:Alter Focus:*

¿donde quedó la dulzura de la abejita?


no lo sé, creo que se perdió entre las gotas de limón
y sal, que cambiaron su sabor



¿y si sanamos con miel las heriditas?



Quizás logren convertir su acidéz
en la luz que dejó de creer...

junio 26, 2005

El juego de la política entre los políticos...

*:Alter - Focus:*



El juego que no se gana, se negocia...

Todos los días los habitantes de este planeta hacemos política cuando participamos en los eventos que tienen que ver con los asuntos de nuestra familia, colonia, municipio, estado, país, y el mundo.

Pero a diferencia de la que se juega en las estructuras del poder gubernamental, las reglas son diferentes, la participación de los funcionarios es incluso a veces turbia, a comparación del concenso que si se obtiene de la sociedad.

Y es que participar en la vida de la élite política, tiene un mecanismo y un costo diferente, regularmente los que están ahí es porque tienen la capacidad de dirección de un pueblo y de vigilar por sus intereses.

A pesar de que a primera vista se pueda observar a un equipo de trabajo que labora en bloque para la realización de un proyecto de gobierno, al interior hay una fractura y por tanto grupos confrontados que lucharán por mantenerse en la dirección, buscando el aniquilamiento del grupo oponente.

El juego de la política entre los políticos hasta eso es discreto en su momento, pero al final las explosiones son inevitables, de ahí que en las estructuras se presenten cambios repentinos con el argumento de seguir avanzando en la busqueda de "el bien común".

En la política de los políticos, los amigos se olvidan, los intereses van por delante, algunas veces aunque no lo admitan, esa busqueda por el poder los lleva a perder el rumbo y ha no sentirse identificados con el juego al que dicen controlar.

No justifico el actuar de algunos de nuestros dirigentes porque sería como negar las letras anteriores, lo que sé es que estar dentro de ese ambiente es bastante oscuro y lleno de obstáculos y pruebas por pasar para mantenerse.

Además prevalece un escenario de desconfianza, "hay que tratar de cubrir los más posible a los funcionarios" he llegado a escuchar a los que cubren sus espaldas, es decir, que hasta su autenticidad se pierde.


Ellos creen que tienen el poder,
pero el poder mismo
deambula entre todas las manos
y los enloquece
porque no les pertenece completamente.
Pasan el tiempo
realizando movimientos de ajedréz,
al azar porque nadie
sabe la realidad del final del juego.-

Letras Súbitas...

*:Alter - Focus:*

Tomado de la Revista Cambio


Autoestima

Por Omegar Martínez


Como sabía que estaba triste y solo, me llamé por teléfono. Primero estaba ocupado y ocupado, una y otra vez, hasta que salí a llamar de un público y al fin me pude dejar una invitación en la contestadora para ir al cine. Cuando llegué a mi casa y escuché mi proposición, acepté sin pensarlo, al menos para distraerme un rato.

Así que pasé por mí y me llevé al cine. En la dulcería me compré palomitas grandes y un refresco, igual se me antojarían, pero al sentarme en la sala me di cuenta que no tenía hambre. Al menos era dos por uno y así no me salía tan caro.

Comenzó la proyección. La película era buena, sólo que no me dejaba ver nada porque lloraba a cada escena y lamentaba diciéndome que tú ya la habías visto sin mí. Como me ponía aún más triste verme así, no disfruté la película.

Terminé por sacarme de la sala y llevarme a mi casa puesto que tenerme llorando en público no tenía caso. Al llegar me consolé y abracé un poco, intentando calmarme, diciéndome que no llorara una y otra vez, aunque tu distancia me doliera tanto, hasta que por fin caí rendido. Eso sí, me dejé una nota diciéndome que hubiera preferido quedarme en mi casa ya qye terminé bastante harto, y que, aún cuando me quiero mucho y me preocupo por mí, definitivamente no vuelvo a salir solo conmigo.

junio 25, 2005

Lo que no te mata, te hace más fuerte... ¡heme aquí!...

*:Alter - Focus:*



Me volví a levantar... ¿ves como si pude?...


Atendiendo mi pequeño espacio en el mundo cibernético después de tenerlo olvidado por algún tiempo, ya regresé a darles lata como no lo había hecho por un buen tiempo, así que ¡aguas!.


El trabajo ha sido una locura en los últimos días, he tenido en exceso, aunque esto no es una queja, pero he de admitir que me ha absorvido el tiempo. Este fin de mes ha sido agoviante porque además de atender mi labor en radio y periódico, debo hacerme cargo de buscar la información para la revista, entonces parezco zombie, pero contenta, yo sé que es una combinación medio rara, pero hagan de cuenta que mientras sonrío se notan mis verdes ojeras.

Regresé nuevamente a mis clases de capoeira que también tuve que olvidar por un buen rato, en primer lugar porque como se darán cuenta, entré en una etapa media loca y depresiva, incluyendo que en un día solo cuento con 24 horas, mismas que no me alcanzan para hacer todo lo que quiero. Pero como todo se ha ido acomodando poco a poco, regresé a darle duro a las patadas, porque las acrobacias no son lo mío, eso lo reconozco ampliamente.

Y dejenme decirles que no tan solo con esto, ahora me voy a convertir en diseñadora de accesorios jajaja, descubrí que tengo esa habilidad y ya adquirí todo mi kit de cristales murano, cuarzos, pewter, plata y demás para hacer pulseritas, collares y aretes que no costarán a peso, pero que no estarán tan caros como en las tiendas departamentales.

Así que si alguna vez requieren hacer un regalo maravilloso a las féminas, no duden en solicitar mis catálogos de la temporada primavera - verano, donde cada una de las piezas será única, ¿ok?, y ¡no soy kitch!, por eso puras cosas originales ¡eh!.



En fin, ya estoy nuevamente por estos rumbos,
no aseguro mantenerme al día tan seguido
porque ando como loquita todo el tiempo,
pero procuraré cuidar más este pequeño blog, ¿sale?.

Gracias por acordarse de mí y escribirme...

Recomendación...

*:Alter - Focus:*

Para mis amigu@s reivercitos que tenía olvidados:


Chris Fortier en 4 Play

Les garantizo que no dejarán de bailar

en toda la noche, ampliamente reccomendado...



La luna es la culpable ...

*:Alter - Focus:*

Ella se mueve y yo cambio...

La luna es la culpable
de mi alegría
de mi llanto,
de mi enojo
de mi encanto

Del cuarto menguante a la luna llena
es la culpable
de sentirme vulnerable
creativa, propositiva
e insoportable

Pero ella es la culpable
de propiciar mi avanzada
de acariciar mis sueños
y velar previendo
otro movimiento
y una reacción en mi espacio
y es entonces cuando logro entenderlo.

junio 12, 2005

Un viaje...

*:Alter - Focus:*


¿A dónde voy?

Estoy aquí, ya no me puedo mover
sin hablar, ya no pasa nada
hasta el sol, hasta el mar
por más que suba, no puedo llegar
a la cima del cielo
¿a donde voy?
nada más puedo escuchar
respiración de soledad, silencio
y ansiedad que viene y va
viajando en el tiempo.

No sé porque la inmensidad me hace sentir así
no sé explicar cual es mi lugar en el espacio

estoy aquí ya no me puedo morir
sin pensar, no pasa nada...


FASE

junio 09, 2005

¿Inconsciencia?...

*:Alter - Focus:*

Dicen que fue provocado, aún lo estoy dudando.

El fin de semana pasado mientras observaba la vista que hay desde casa me percaté de un incendio en un cerro, cuando ví que se trataba de la zona de preservación ecológica denominada "El Tángano", me dió un agudo dolor de estómago, puesto que es una de las pocas áreas verdes que nos quedan en la capital del estado y además es un lugar con una fauna impresionante, aparte de que el lugar es bastante enigmático.

Acto seguido llamé a Protección Civil y Seguridad Pública, obvio, no me respondieron, puesto que ese mismo día se llevaron a cabo festejos por el triunfo del equipo de casa "Gallos Blancos de Querétaro" y pues andaban vueltos locos, aunque no por eso los justifico. pero no me di por vencida así que finalmente marque a los bomberos y ahí me contestó una voz masculina despreocupada y por cierto, desganada.

- Yo: Joven, le reporto que hay un incendio en la zona del Tángano (eran las 7 de la noche).

-- el desganado: si señorita, comenzó desde la una de la tarde pero ya están trabajando allá los compañeros.

- Yo: ¿pero no hay ningún riesgo que haya que informar?

-- el desganado: no, no se preocupe, todo está bajo control

- Yo: Gracias, pero de todas formas me seguiré comunicando para que me de más información

-- el desganado: estamos para servirle.

Subí corriendo las escaleras hasta llegar a la ventana de la recámara de mis papás para no perder dato de como avanzaba el fuego y en eso veo que toda la corona del cerro estaba incendiada, así que en menos de 5 minutos esto se extendió porque había viento que no favorecía su extinción.

Volví a llamar "al desganado":

- el desganado: estación de bomberos!

-- Yo: ¿Oiga seguro qure todo está bajo control en el Tángano?

- el desganado: si señorita

-- Yo: ¡Pero si el fuego ya se extendió!

- el desganado: ¡si verdad, un poquito!, pero no hay problema, allá están trabajando los compañeros.

Ya no le dije nada porque me dió mucho coraje, así volví a regresar a la ventana para seguir observando la escena... el cerro de quemaba y por más que le soplaba como cuando lo hago a las velas de un pastel de cumpleaños, no cedian las llamas que amenazaban con continuar su avanzada por todo el cerro.


Pasaron las horas y como a las 4 de la mañana el sueño me hizo su presa, a pesar de que en reiteradas ocasiones mis papàs se levantaban a verme y aunque no me decían que fuera a descansar, noté su preocupación compartida con la mía, hubo un momento en el que no pude más y atendí a las voces de mi cama que me llamó desesperada durante toda la noche.

Por la mañana, de un brinco salí de mi cama y fui a la ventana de la angustia, pero no se veíanada y la información oficial era que este incendio fue provocado por personas (que no han identificado) que quemaron basura y se les salió de control la fogata. Comenzó a las 11 de la mañana y concluyó hasta la 1 de la tarde del día siguiente, por lo que entonces cuando desperté aún la flora y fauna sufría.

Se reportó una pérdida de 80 hectáreas de zona verde, de esta cantidad 15 eran de preservación ecológica, la fauna no se pudo cuantificar; si bien, los ambientalistas han dicho que en cuanto comience a llover los arbolitos y el pastito comezará a crecer, así que, aún queda el consulo de que esta zona volverá a tener tierra fértil, no así a sus animalitos saltarines, de pecho en tierra y los que extendían sus alas al viento y nos deleitaban la pupila cuando los veíamos planear decorando el azul del cielo.




Lo que es de llamar la atención
es que esta zona ha estado en disputa
entre los desarrolladores de vivienda,
los gobiernos municipales de Querétaro y el Marqués
y algunos habitantes de Querétaro
quisieran vivir rodeados de ese ambiente boscoso...
así que eso de que fue provocado lo creo,
pero no por cualquier persona,
sino alguien interesado en limpiar el terreno
de manera rápida e "inocente"
con la finalidad quizá de construir...
tal vez solo soy mal pensada...


alter_focus@hotmail.com

junio 08, 2005

Sin nombre, ni apellido...

*:Alter - Focus:*

Sin ponerle nombre ni apellidos... Hoy decido que me marcho, porque no puedo resolverle la vida de otros, mientras no resuelva la propia, y porque la distancia entre tú y yo ha quedado de un extremo a otro, no sólo por los kilómetros que nos separan, sino por los espacios vacios, los silencios... tantas cosas.

Avancé y tu mano poco a poco se fue deslizando hasta soltarme, con intención o no, te quedaste y aunque esperé y luché por recuperarla pasaron varias lunas y soles y no la volví a sentir.

¿Que se debe analizar para determinar si alguien te quiere?... como nos han enseñado a crecer, entonces es válido pensar que aquella persona que te quiere está aunque no esté... y tu no estuviste, porque quizás como se definió desde un principio, no eras para mí.

Hoy no regreso, solo vuelvo a una escena en mi vida que insiste en repetirse, ahí donde se siente el valde de agua fría sobre la cabeza, donde se siente un hueco en el estómago, un dolor que se clava en el pecho, un nudo en la garganta que no permite hablar, ni poder decir que pasa, donde las lágrimas brontan aunque trates de contenerlas y donde surgen las preguntas de inseguridad, ¿habrá alguien con quien compartirme en este espacio?...

Las voces amistosas siempre dirán que si,
porque es complicado que ellas quieran lastimarte
en la vulnerabilidad de los sentimientos...
me quedo con mi frase más odiada,
"las cosas suceden por alguna razón"
y espero que al pasar el tiempo,
cuando vuelva a evicar este momento
pueda sonreír y entender "porque".

alter_focus@hotmail.com

junio 06, 2005

Mi cuento favorito...

*:Alter - Focus:*


Por Hugo Aqueveque

Harry se levantó cabizbajo esa mañana, como lo venía haciendo desde hace 37 años. Después de dormir sus correspondientes dos horas y media estaba listo para ejecutar los planes especiales que tenía para ese día. Planes largamente meditados. Se metió a su pequeña ducha térmica de agua y aire comprimido de dos minutos, y salió más despierto, más vivo, aunque la lentitud de sus movimientos era inevitable. Cuando pasó frente al espejo del baño, el único de su departamento, evitó mirarse.

Desnudo, volvió a su espacioso dormitorio. Presionó un botón en la cabecera de la cama y las cortinas se abrieron, inmediatamente después el vidrio del ventanal se enrroscó hacia arriba dejando ver la ciudad sin obstáculos. Era aparente el panorama, cuando Harry se asomó, un espeso smog cubría de un gris tenebroso los gigantescos edificios y torres. Parecía un crepúsculo en pleno invierno, pero eran recién las siete de la mañana de un día de verano. La hermosa y dañina luz del sol estaba sobre aquella capa de humo envenenado, como una contradicción aberrante la polución protegía a la ciudad de los rayos ultravioleta. Harry experimentó la sensación de rozar lo que había sobre esa capa gris horrenda, sintió la necesidad de tocar el azul del cielo, y estiró la mano fantaseando como un niño.

Pensó que podía llegar al firmamento con ella en el último piso de ese alto edificio, pero era su imaginación y sus añoranzas, la tristeza de su edad; era su vida que en un mareo vertiginoso y con ráfagas como breves relámpagos se le venía a la memoria, imágenes muy difusas, sus recuerdos, sensaciones ya extinguidas desde tiempos incalculables para él.

Se vistió con lentitud escuchando música de Bach. Ya cubierto con las prendas de latex negro se encaminó hacia la puerta del asensor dentro de su mismo departamento, a una orden oral éste se puso en funcionamiento y comenzó a bajar los 200 pisos del edificio. Entre tanto, Harry se acomodaba unos grandes y llamativos anteojos que se adherieron a su piel rápidamente como ventosas. Sus dedos pulgar y anular de la mano derecha estaban recubiertos con dedales oscuros de apariencia incómoda y semi-metálica. Arrastrando el anular por su muslo externo derecho en una zona demarcada de su pantalón, activó una pequeña pantalla en sus anteojos.

Era como una pantalla de ordenador sobrepuesta en la visión de sus ojos, y como manejando uno -con su anular a modo de mouse-, escogió el enlace de la opción de su vehículo como quien pincha un link en una lista de direcciones en internet. Siguiendo más opciones y links, lo puso en marcha y lo condujo hasta la entrada del ascensor en el garage del edificio. Al abrirse las puertas del elevador, su compacto carro, que tenía forma de una media luna ovalada vuelta hacia abajo, lo esperaba. Montó en el único asiento y a una orden oral el angosto vehículo rodó lentamente hacia la salida del edificio.

El interior del transporte era estrecho, no tenía palancas, pedales, manubrio ni espejos, era sólo una pequeñísima sala de espera individual parecida más a un gran sarcófago acolchado y con ventanillas, donde su ocupante podía viajar incluso acostado y dormido. Harry, ahora arrastrando su anular por una superficie plana sobre un tablero a mano derecha, marcó en su pantalla la ruta que iba a tomar. Después de un par de segundos en el diminuto monitor de sus anteojos un mensaje de "Autorizado por la Central de Tránsito" y otro de "Ruta asignada" parpadearon junto con un sinnúmero de anotaciones menores que le informaban sobre horas de salida, tiempos, llegada a varios puntos intermedios, hora de estacionamiento y muchos datos más. Todo estaba programado de tal manera que ningún vehículo que circulara por las calles se detuviera hasta llegar a su destino, todo optimizado y automatizado al máximo, incluso los estacionamientos y las posibles paradas de emergencia quedaban programadas al seleccionar la ruta.

Le correspondió la cuarta pista, la última de arriba, la única que dejaba ver por lo menos los edificios y el cielo oscuro, las otras tres daban la sensación de viajar por túneles y a Harry no le agradaban. Ya en camino, intentó leer algún periódico en la pantalla de sus gafas, pero no pudo concentrarse, sus pensamientos andaban en otro lugar, era la nostalgia la que no lo dejaba tranquilo, uno de los achaques de la edad del cual nunca se habla y tal vez el más serio de todos. Hizo un brevísimo recuento de su existencia -hace una década que lo venía haciendo todos los días-, e irónicamente, como costumbre, el resultado daba positivo a pesar de su inconformidad. De la nada construyó un imperio económico y en el rubro más complicado de todos; la salud. El resultado de su vida daba un superavit envidiable para cualquiera. Pero mientras más dinero poseía más solitario se sentía, estaba seguro que la relación era proporcional en su caso.

El smog, las luces, las construcciones y las personas que pasaban a su alrededor desaparecían gradualmente de su visual, su mente viajaba, se iba al pasado, a lo poco que recordaba. Casi no habían imágenes ni voces en su memoria, sólo información pretérita que apenas recordaba. Nombres, fechas, números, ciudades, calles... acontecimientos remotos que si no los tuviera de antemano por ciertos dudaría de ellos.

Harry provenía de una familia humilde, pero pudo sacar adelante una carrera de medicina y sus correspondientes postgrados, aunque su futuro no fue el de médico sino el de empresario del rubro. Estableció varias compañías, una de las cuales se convirtió en una verdadera mina de oro que le dio fama y riqueza. Esos fueron los buenos tiempos, ahora Harry estaba en el ocaso de su vida, lo estaba desde hace mucho, convertido en un reconocido anciano filántropo que mantenía misiones humanitarias en Suecia y Noruega, países destruidos desde hace décadas por las guerras civiles y el frío polar extremo. Analizaba su vida mientras la vibración silente del vehículo lo hipnotizaba, lo hacía sentir arrullado en una cuna como un bebé. Lo tuvo todo, especialmente salud y dinero, porque la salud en esos tiempos era fácil obtenerla. Desde la lectura del genoma humano los adelantos médicos habían sido increíbles, esto aunado al acelerado desarrollo tecnológico habían dejado sin límites las "creaciones" médicas.

Ya nadie se enfermaba, ni siquiera en la sobrepoblada y miserable Europa, era muy difícil morir en un accidente por muy grave que fuera, la tecnología permitía recuperar o reemplazar cualquier miembro u órgano humano, y si no se podía, siempre existía la opción de la criogenización -sólo a las muertes por hambre no le habían encontrado remedio-. Eran tiempos en que los médicos no existían, no se necesitaban, quedaban apenas los que ejercieron en tiempos pretéritos, Harry era uno de ellos, y quizá el más célebre de todos. Eran una casta extinguida, piezas de museo, reemplazados absolutamente por las máquinas reparadoras.

Maquinarias que indirectamente habían hecho millonario a Harry. La gente vivía años y años, nadie moría antes de cumplir el siglo de vida. Hombres que en el siglo pasado tenían la apariencia de tener 50 años, y los tenían, ahora llevaban a cuestas sobre los 90. La gente joven era muy difícil de hallar, además la gestación normal de bebés estaba siendo reemplazada a un ínfimo costo por las técnicas de clonación, niños a la carta con espectativas de vida por sobre los 125 años.
Él ya estaba cansado, sentía que su cuerpo se detenía en cualquier momento.

Se había sometido a muchas intervenciones quirúrgicas, su corazón, estómago e hígado eran máquinas con larga vida útil certificada desde fábrica, la mayoría de sus huesos consistían en estructuras de firme titanio, sus músculos permanentemente reforzados con inserciones de material semi-biológico, al igual que sus venas limpiadas y regeneradas cada 20 años por el llamado "lavado vital", tratamiento invención de uno de sus nietos. La piel de su cuerpo la había estirado más de nueve veces, y la tenía tan delgada como la cáscara de una cebolla. Le repugnaba mirarse al espejo, le repugnaba mirar los venosos rostros de los demás, y daba gracias por la imperante moda de vestir todo el cuerpo, incluso la cara con esos enormes anteojos eléctricos.

Un sonido de una suave alarma lo sacó de sus cavilaciones, estaba a un minuto de su destino, una de sus innumerables clínicas de asistencia; la casa matriz. Una sonrisa imperceptible lo regocijó al pensar en lo curioso que se sentía ser cliente de su propia empresa, la que ahora estaba en las confiables manos de uno de sus tataranietos, el cual personalmente iba a tratar su caso a pesar de no ser su labor.
Harry había nacido el año 72 del siglo XX, y la fecha de ese día era el año 28 del siglo XXII, tenía 156 años de edad, exactamente 100 años más de los que vivió su padre. Ya había olvidado el rostro de su progenitor, recordaba a toda su familia menos a él.

Fue el primero en morir, bastantes años antes que su madre, y mucho antes que sus hermanos. Y aunque tenía fotografías y cintas de video, a su padre lo veía como a un completo extraño, nunca podía formar su rostro en la memoria sin la ayuda de las fotos que guardaba. Temía que era demasiado el tiempo que los separaba y muchas las cosas que su cerebro y su corazón no podían retener. Eso lo apenaba. No cabía duda, su generación había dado un gran salto tecnológico tan horrorosamente antinatural que el metabolismo humano no pudo asimilarlo, los hombres no estaban evolucionados para vivir tantos años. De lo contrario Harry no habría olvidado a su padre.

En el portal del edificio lo recibió Héctor, su tataranieto, y después de un breve e íntimo intercambio de palabras ingresaron al edificio y pasaron a una iluminada habitación en el décimo piso. Harry se desvistió y se colocó encima unas prendas hospitalarias. Estaba tranquilo, ya acostumbrado por la experiencia de tantos paseos por ese tipo de salas. Se recostó en una ostentosa cama de metal con colchón forrado en seda. Respiró sereno mientras su joven tataranieto en silencio preparaba unas mangueras, que en breve conectó con destreza y sin dolor a la yugular del anciano. En secreto recordó a su mujer, la que se había suicidado violentamente hace 37 años. Cuánto extrañaba su presencia. La partida de su amante compañera significó el inicio del ocaso.

Héctor se acercó de nuevo y le puso en su mano derecha un diminuto aparato de liviano metal negro que conectaba mediante un cable a una máquina, la misma desde donde procedían las mangueras.

-Cuando tú quieras, viejo- le dijo Héctor con cariño. Era necesario que el mismo cliente accionara la máquina.

-Ahora mismo, muchacho, antes de que me arrepienta- y Harry sonriendo nerviosamente presionó el botón del aparato que tenía en su mano.

Algo asustado, notó como un líquido azul brillante subió por la manguera hasta incrustarse en su vena. Se alegró al mismo tiempo en que sintió la gélida substancia entrando en su cuerpo. Una sonrisa infantil, pero ahora legítima, se dibujó en su rostro deformado por las numerosas cirugías, mientras recordó -o soñó, no lo supo- con nitidez un momento exacto de su existencia: Se vio siendo niño, lo sintió como si estuviera allí. Pescaba sobre unos roqueríos junto a su padre envueltos en un agradable aroma marino, ansioso lo miró a su jovial rostro y lo sintió suyo como no lo sentía hace 100 años, de su sangre y de su carne... como a un hijo que murió joven. Vio en sus profundos ojos azules, que no recordaba hasta ese momento, el reflejo del azul del mar, el resplandor del azul del cielo, el azul que nunca más sería, el azul que cuando nació por derecho le correspondía.

Ese azul que dejó este planeta hace años y que él debió acompañar. Y en ese preciso momento tuvo la certeza de que haber alargado su vida de tal manera había sido un imperdonable error, que esta vida extra no le fue asignada por Dios o quien fuera, nunca la quiso, y se arrepintió por tantos años de existencia inútil y forzada.

Al irse durmiendo, mientras lágrimas amargas bajaban por su rostro, escuchó la voz de Héctor, que como un eco lejano le decía "hasta siempre abuelo…", era su definitivo adiós, pues, en esos tiempos de inmortales artificiales su lucrativa empresa se dedicaba a dar el oneroso servicio del suicidio asistido, y Harry, cansado y solo, ya no quería vivir más.

Luego, un líquido rojo subió por otro de los tubos hacia sus añejas y fatigadas venas. Pero Harry ya dormía, y en su sueño nada más que el azul existía.



Estocolmo, 28 de julio del 2001.

alter_focus@hotmail.com