Los rastros ondean en el horizonte del pasado, allá donde se dibujaron momentos en todas las dimensiones y partículas existentes de una historia que tiende a repetirse por más resistencia que se ponga a los nudos existenciales que se forman en cada uno de los cabellos que la tejen. Dejar y continuar, aprender para avanzar, sonreír para seguir, fortalecerse para vivir, teorías vagas quizás, pero necesarias para el ahora sin tiempo, tan lejano y cerca que confunde. El 7 del futuro, cabalístico, con luces de esperanza, con energía para andar los 365, levantarse cuando el imán del núcleo planetario insiste en jalar hacia sí, pero unas piernas fuertes bastan para no dejarse vencer, para avanzar aunque con el corazón en trizas, pero lleno de luz, amor, paz y caos. Esto es lo que soy hoy, mañana, no sé…
Fotos Ventana´s