En tiempos en los que la psicosis hace parecer las calles un desfile de difraces, cuando la mayoría de los ciudadanos portan un cubre-bocas, le dejo los ojos de unas alas libres que fueron encerradas para engalanar la conclusión de una mega-meditación que se llevó a cabo en mi ciudad.
Unas alas que no deberían de vestir un evento que en esencia es hermoso. Deberían estar sus plumas dibujando estelas en el cielo ácido o celeste, su hábitat natural, porque asemejando esa realidad en un ser humano, es como si lo encerrarán en la cárcel y en un festejo lo dejaran salir corriendo, tras haberle quitado exhalos a sus pasos, por los obstáculos.
Incongruente para un momento en que se opta por fluir entre mantras, vibraciones, afirmaciones e interiorizaciones detrás de la vista de la conciencia.
Me encantó la paloma blanca. Pueque en mi otra vida fui algo parecido, me vi reflejada en su mirada indagadora, en el movimiento de su cabecita inquieta, y en sus movimientos acelerados por volar, lejos, mucho muy, muy lejos, de aquí y de allá.
Unas alas que no deberían de vestir un evento que en esencia es hermoso. Deberían estar sus plumas dibujando estelas en el cielo ácido o celeste, su hábitat natural, porque asemejando esa realidad en un ser humano, es como si lo encerrarán en la cárcel y en un festejo lo dejaran salir corriendo, tras haberle quitado exhalos a sus pasos, por los obstáculos.
Incongruente para un momento en que se opta por fluir entre mantras, vibraciones, afirmaciones e interiorizaciones detrás de la vista de la conciencia.
Me encantó la paloma blanca. Pueque en mi otra vida fui algo parecido, me vi reflejada en su mirada indagadora, en el movimiento de su cabecita inquieta, y en sus movimientos acelerados por volar, lejos, mucho muy, muy lejos, de aquí y de allá.
Fotos: Ana Soria
Les dejo unos mantras para ayudar a este espacio a mejorar las condiciones de angustia y de enfermedad social.